Javier Ortiz murió anoche, en su casa levantina. Público recoge hoy su última columna, y su blog publica su obituario, escrito por él mismo.
Sabía que estaba enfermo pero, como suele suceder con estas cosas, no me esperaba su muerte tan de sopetón.
Javier, qué putada ¿Por dónde empezaré ahora el contacto diario con las posibilidades alternativas de la realidad?
Sabía que estaba enfermo pero, como suele suceder con estas cosas, no me esperaba su muerte tan de sopetón.
Javier, qué putada ¿Por dónde empezaré ahora el contacto diario con las posibilidades alternativas de la realidad?
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