domingo, 29 de junio de 2008

La libertad y el velo

El Gran Wyoming, en su blog. Memorable.


viernes, 27 de junio de 2008

El Roto

Simplemente genial:

miércoles, 25 de junio de 2008

Más sobre "el precio de la cultura"

Ayer olvidé incluir en la anotación "El futuro de los vendedores" la referencia al artículo de Enrique Dans en el que me inspiré para alguna de las cosas que allí escribí. En su artículo, y haciéndose eco de un post del blog de Seth Godin, Dans escribía acerca del precio que debería tener un archivo musical o de vídeo descargado, y lo hacía con mucha más claridad que yo (negritas mías):
"...los ejecutivos de la industria, como ha ocurrido ya en muchas otras, mantienen sus referencias de precio conocidas y pretenden situar el precio final en magnitudes cercanas a lo que el cliente conocía, para así engordar sus márgenes todo lo posible con el brutal descenso de los costes. Ante tal barbaridad, el cliente reacciona dejándose querer por el atractivo del canal irregular, en el que el precio del producto es próximo a cero (no es cero si imputamos correctamente el tiempo necesario, los costes de ancho de banda, etc. que el cliente percibe en muchos casos como inexistentes). El resultado es que la industria desaprovecha la oportunidad de fijar un precio disuasorio para el canal irregular..."
Por cierto, la noticia que cuenta Dans en su anotación de hoy es de las que pueden dar para muchas celebraciones...

martes, 24 de junio de 2008

El futuro de los vendedores

Francis ha dejado un comentario en mi anotación del pasado día 19. Comoquiera que es el primer comentario "serio" que recibe este blog, me hace ilusión anotar esta respuesta en un nuevo post, en vez de hacerlo en los comentarios del mencionado.

Bueno, no es realmente una respuesta; más bien, una ampliación a lo allí expuesto, que no pasaba de ser una referencia a un artículo de Pepe Cervera en su blog, alojado en 20minutos, Retiario, que recomiendo. Por lo demás, lo que cuento lo he aprendido en blogs como el del propio Cervera, el de David Bravo, el de Ismael Valladolid, el de Enrique Dans... En fin, ahí, a la derecha, está el blogroll.



En los DVD comerciales de cine, las películas suelen venir precedidas de dos o tres trailers, que no son sino publicidad de otros productos de la empresa cinematográfica. Por su parte, en los que vienen de regalo o a bajo precio con periódicos y revistas, aparecen logotipos, eslóganes e, incluso, clips publicitarios de las empresas que los patrocinan. Y no he visto a nadie protestar contra eso.

En los CD de música, un jingle publicitario quedaría un poco más chusco (ah, aquellos tiempos del "está como nunca el coñac que mejor sabe"), pero sería fácilmente saltable a la hora de escucharlos. Por lo demás, también son regalados o vendidos baratos por periódicos y revistas, con los correspondientes logos de los sponsors bien visibles en la carpeta, y no pasa nada. Creo que fue Prince quien, recientemente, regaló su último trabajo con un periódico británico. Sólo se enfadó la Industria, claro.

En cualquier caso, no creo que la intención de Cervera sea recomendar a las compañías discográficas que busquen la forma de abaratar los CD y DVD para continuar manteniendo la estructura del mercado cultural tal como es ahora, con soportes físicos grandes, contaminantes y perecederos. La forma en que la gente accede en la actualidad a los productos culturales es mucho más abierta y directa. Ahora, por ejemplo, es más corriente escuchar música en los reproductores de mp3; y canciones sueltas, en lugar de elepés (¿se puede decir así, ahora?) de doce o catorce canciones. Ya no es imprescindible alinear los CD en el estante, con los lomos de sus impactantes carátulas convenientemente colocados por orden alfabético. Ahora, en un disco duro multimedia de los que se venden por 100 euros, y en el que se puede grabar y borrar cuantas veces se desee, caben cómodamente unas 100.000 (sí, cien mil) canciones. A doce o catorce canciones por disco, unos 7.000 (siete mil) discos. Muchos discos para el estante. Sin meternos necesariamente en mulas ni torrentes (cosa que en España, aún, no es ilegal), se podría comprar el disco (barato, o regalado) y pasarlo a mp3, o comprar el archivo directamente, grabarlo en el disco duro y escucharlo tan ricamente, tumbados en el sofá y a golpe de mando a distancia. O con los auriculares del reproductor portátil, en cualquier sitio. Todo ello, si fuera a un precio asequible.

Pagar 25 euros por un CD recién salido al mercado no es razonable, salvo para el directivo de la compañía discográfica y para el que vende los discos en la tienda (o para los fans coleccionistas recalcitrantes entre los cuales, para algún que otro monstruo, infortunadamente me encuentro; cosas de la edad), cuando luego va a ser escuchado siempre en formato mp3. Pero, ¿y si los CD originales costaran 2 ó 3 euros? Imaginen, dentro de una funda de cartón con su portada, su contraportada con los créditos (...y el logo de la empresa patrocinadora), un CD “de los pequeños” (8 centímetros), con sus catorce canciones (a un bitrate de 320 kbps, que ofrece una calidad de sonido más que aceptable, en los 184 megas que entran en un disco de éstos, se pueden meter unas 25 canciones de 4 minutos...) Es decir, por el precio actual de un CD, podrían comprar ocho o diez de éstos. Y, tras pasarlos al reproductor de mp3 o al disco duro multimedia, guardados en una caja no supondrían mayor problema de espacio. ¿Y quién va a comprar a un vendedor ambulante un CD pirata (éste sí que lo es) mal copiado, sin carátula ni serigrafía, cuando puede comprar un original por el mismo precio? ¿Pondría ese comprador alguna objeción a la presencia de publicidad en la contraportada del disco?

Por otro lado, si compramos las canciones directamente para descargarlas en nuestro ordenador, desde un sitio oficial, ni siquiera tenemos que almacenar discos por ahí. ¿El precio? Desde luego, no a un euro la canción, ni a medio. Hay que tener en cuenta que un sitio de descargas no es un almacén de discos. En la venta de archivos no se entrega al comprador un objeto tangible, con forma y peso: basta con que el archivo esté en un servidor y el cliente lo descargue. No hay stocks que reponer, ni excedentes que almacenar o destruir, ni camiones para transportarlo todo en cajas de cartón, ni grandes superficies comerciales, ni pequeñas tiendas donde venderlo. Todo ese ahorro debe repercutir en el precio final.

En cualquiera de sus formas, comprar música puede salir mucho más barato. Según clama la Industria, las descargas ilegales representan “millones de discos que se quedan sin vender”. Ellos llaman a esto pérdidas, pero es una falacia: una persona que se baja quince o veinte discos al mes no dispone, habitualmente, de los 500 euros mensuales que tal compra le supondría. ¿Cuánto dinero sería normal gastarse al mes en música? ¿50 euros? ¿Cuántos compradores se gastarían esa cantidad? Imaginen ahora que comprar una canción en un sitio oficial supusiera un gasto razonable. Digamos, diez céntimos de euro por canción. Y volvamos a los “millones de descargas”. Resten los que se bajan canciones sólo porque salen gratis: a fin de cuentas, ésos no comprarían discos aunque no pudieran descargarlos (y de los restantes, muchos tampoco lo harían porque no podrían). Multipliquen los que quedan. ¿Cuántos millones salen?

¿No es mejor vender un millón de canciones a diez céntimos cada una, que diez mil a un euro?

viernes, 20 de junio de 2008

Demoledor

Marc Vidal mantiene abierta la manguera del agua fría. En Mendigos patrimonialistas, su última anotación, continúa augurando crecimiento negativo para los años 2009 y 2010, y posponiendo al segundo semestre de 2011 una recuperación que no será esplendorosa:
"No viviremos la bonanza mal repartida de estos últimos diez años nunca más."
El pesimismo de Vidal (ya saben, optimismo bien informado) no es cosa nueva en su blog: es su línea habitual de los últimos tiempos de desaceleración crítica. Pero el último párrafo es desgarrador (negritas suyas):
"Por cierto, si buscamos culpables, muchos deberíamos mirar en el espejo. Querer ser propietario de un agujero negro es parte esencial de nuestra educación de posguerra, pero significará un drama inesperado para millones de familias que creyeron eso de que era mejor ser propietario de hectáreas y deudas que alquilar, que era mejor dejar de ser un miserable sin propiedades para engrandecer la lista de los mendigos con patrimonio."
Vía Las Ideas.

jueves, 19 de junio de 2008

¿Piratas? ¿Quiénes?

Otro brillante y didáctico alegato de Pepe Cervera que, presumiblemente, tampoco logrará abrir los ojos de quienes prefieren seguir vendiendo mil ejemplares a treinta euros, en lugar de cien mil a tres:
"Disponen de productos atractivos y de clientes que desean (¡mucho!) acceder a esos productos. Tienen la marca, la potencia industrial, el reconocimiento. Lo único que necesitan hacer es ajustar su modelo de negocio a las realidades de la Red. Dennos baratos o gratis los productos que anhelamos consumir, busquen cómo cobrárselos a otros, y fórrense.
...
El fin del pago por copia no es el Fin del Mundo: la radio, las televisiones generalistas y los diarios gratuitos demuestran que es posible regalar un producto a sus consumidores finales y ganar dinero; incluso grandes cantidades de dinero. Búsquense ustedes la vida para generar ingresos y al resto de la sociedad déjennos en paz con sus insultos y sus draconianas legislaciones.


viernes, 13 de junio de 2008

Obvio

En la medida en que una persona (o un persono) inteligente tiende a dudar de lo que no puede ser demostrado mediante método científico, a hacer preguntas más y más complejas y a no creerse las explicaciones absurdas, la respuesta a la pregunta "¿Son más listos quienes no creen en Dios?" se me antoja obvia.

Ello no presupone que todos los que creen en la existencia de entidades sobrenaturales sean poco inteligentes. Pero sí que, al menos, hay una pregunta que no se hacen.

Teléfono de asistencia

Teléfono de asistencia al maltratador... de sí mismo. Como casi siempre, Les Luthiers llegaron antes:




jueves, 12 de junio de 2008

La (no)huelga del transporte, para "dummies"

El padre de Chesi Fillol es camionero asalariado. Por eso, lo que cuenta de la huelga tiene el valor de lo vivido en primera persona. En "no es una huelga del transporte: es un paro patronal encubierto", Fillol afirma que no son los trabajadores asalariados quienes están en huelga para conseguir de sus empresas mejoras laborales o salariales, sino que
"Los piquetes están formados por transportistas autónomos que han visto reducida su nómina al aumentarles desproporcionadamente el principal coste que tienen que asumir para trabajar, el precio del gasoil, que ha aumentado un 35% en un año. Los transportistas autónomos sí tienen motivos para estar muy cabreados por la subida del precio del gasoil, porque les suben los costes de su trabajo, y no pueden repercutirlo en los precios, debido a que las grandes compañías de transportes absorberían sus encargos, al poder competir en precios.
Y los empresarios del transporte se están aprovechando de esta situación, contribuyendo al paro generalizado. No dejan moverse a sus camioneros [asalariados] por miedo a los piquetes, según argumentan, pero lo cierto es que de esta huelga también ellos se verán beneficiados si finalmente la negociación con el gobierno llega a buen puerto y consiguen una rebaja en el precio con la creación del gasóleo profesional."
Vía Las Ideas.

martes, 10 de junio de 2008

Guitarreras

Cien enormes canciones con guitarras protagonistas. Encuentro que hay alguna que otra ausencia notable, y hay bastantes que no conozco; pero la selección es espléndida. Y emocionante, para los que ya tenemos una edad y disfrutamos muchas de esas canciones en el momento en que salieron... y hasta tocamos algunas de ellas sobre un escenario y con una guitarra colgada.




Gracias, Ramón, por éste y tantos otros empujones.

Redes on line

Por fin, para no perderse ningún capítulo de Redes ya no será necesario acostarse a las tantas los domingos; ni siquiera habrá que grabarlo en el vídeo, esa antigualla.




jueves, 5 de junio de 2008

Los periodistas y el idioma

Algo más antigua es esta entrada en el blog de Miguel A. Román, también hospedado en el impagable Libro de Notas, en la que da un justo repaso a los verdaderos "empobrecedores del idioma". Lean, lean:

"Resulta que en la riojana localidad de San Millán de la Cogolla, patria putativa del idioma escrito (que del oral no tenemos la menor idea), se han reunido lingüistas, académicos y periodistas para dilucidar si el “lenguaje de los jóvenes”, y más propiamente el expresado por estos ciudadanos en sus mensajes a móviles, empobrece el idioma.

...

La ironía de todo esto es que la convocatoria de San Millán parte de la Fundeu, una asociación de origen periodístico, cuando resulta que los periodistas –salvo honrosísimas y muy fácilmente reconocibles excepciones— sí podrían constituir una seria amenaza para la estabilidad y futuro de la lengua castellana. A las pruebas me remito.

...

El uso continuado de anodinas palabras comodín (evento, mandatario, pronunciamiento, conceder) sin intención de recurrir a sinónimos mucho más propios, o –peor todavía—las muletillas de abstrusa base sintáctica, como “en base a” (basado en), “a cuenta de” (a propósito de), “a falta de tres días” (cuando faltan tres días), “bajo el punto de vista” (desde el punto de vista), llenan todo los días los renglones firmados por sujetos sin vocación, interés, formación ni pericia, y, tal parece, sin la debida supervisión por un jefe de redacción responsable y profesional.

...

Perpetrados éstos y otros desaguisados, no por jóvenes en su entorno privado, sino por supuestos profesionales con masivo alcance y proyección de sus palabras y que cobran por ello, inconscientes (espero) de hasta qué punto malean su más preciada herramienta profesional, como un cirujano que usara los bisturíes para abrir latas de conserva.

Sugiero que, en justa revancha, convocasen los jóvenes un congreso para dilucidar si el “lenguaje de los periodistas” empobrece el idioma. A ver qué pasa."

Más Cine, por favor

Otra destacada colaboración mensual en Libro de Notas. Uno de sus editores, Alberto Haj-Saleh, habla de cine en "Butaca no numerada".

También en LDN he encontrado referencia a este otro sitio en el que comentan películas menos... convencionales.

Van los dos de cabeza al blogroll, sección Cine.