sábado, 25 de octubre de 2008

Otra Gran Conspiración

El blog de Marc Vidal me parece muy interesante y recomendable. Sus predicciones en el terreno de la economía suelen cumplirse (desgraciadamente) con una contumacia digna de mejor causa. Pero pululan entre sus comentaristas unos cuantos expertos que lo hacen parecer otro banderín de enganche para alguna nueva secta conspiranioca.

Hombre, que la crisis es enorme, profunda y estúpida (sí, estúpida: ¿cómo calificar de otra manera un cataclismo planetario que tiene su origen en algo tan aparentemente nimio como que un banco preste dinero a alguien que, probablemente, no podrá devolverlo, para que compre algo que vale menos de lo que le presta?) ya lo sabemos. Que sus consecuencias serán catastróficas y que la mayoría estamos a verlas venir, también. Pero hacerla formar parte de un gran movimiento orquestado para desembocar en un Golpe de Estado Universal, con bombas atómicas incluidas, es pasarse un poco, ¿no les parece?

viernes, 17 de octubre de 2008

Que no se vayan de rositas

José Saramago, hoy, en Público:

¿Y ahora? ¿Se van a acabar por fin los paraísos fiscales y las cuentas numeradas? ¿Será implacablemente investigado el origen de gigantescos depósitos bancarios, de ingenierías financieras claramente delictivas, de inversiones opacas que, en muchos casos, no son nada más que masivos lavados de dinero negro, de dinero del narcotráfico? Y ya que hablamos de delitos: ¿tendrán los ciudadanos comunes la satisfacción de ver juzgar y condenar a los responsables directos del terremoto que está sacudiendo nuestras casas, la vida de nuestras familias, o nuestro trabajo? ¿Quién resuelve el problema de los desempleados (no los he contado, pero no dudo de que ya son millones) víctimas del crash y qué desempleados seguirán, durante meses o años, malviviendo de míseros subsidios del Estado mientras los grandes ejecutivos y administradores de empresas deliberadamente conducidas a la quiebra gozan de millones y millones de dólares cubiertos por contratos blindados que las autoridades fiscales, pagadas con el dinero de los contribuyentes, fingen ignorar?

Una vez más, lo que muchos pensamos puesto negro sobre blanco por quien, además de lucidez, muestra de continuo un envidiable dominio de la palabra.

No se salten los comentarios. Algunos son también memorables.

Todo el artículo, en Dominio Público.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Un coñazo

Estupefacto me quedé cuando lo oí. Mis amigos insisten en que, en efecto, el pobre sólo ha cometido el pecado de decir lo que diría cualquiera ante expectativas similares ¡Pero es que es Rajoy! ¡El del patriótico pasmo ante el teleprompter del año pasado!

La interpretación de Federico Vaz es de las que hay que guardar:

"Hay que solidarizarse con Mariano Rajoy no por haber sido pillado, sino por decir lo que casi todos pensamos: Los desfiles militares son un coñazo, la Fiesta Nacional es un coñazo, la Patria, un coñazo total... Un coñazo la cantinela del ejército democrático y oenegé, un coñazo la carcundia que va a los desfiles y abuchea a los políticos, un coñazo la Legión y su autoafirmación heterosexual cambiando a la cabra por macho cabrío, un coñazo la ministra de Defensa, un coñazo el desfile de los aliados de la OTAN. Los himnos son un coñazo; las banderas con el toro de Osborne dan grima; las tomas de posesión, un coñazo; las ruedas de prensa de los políticos, un pestiño desde el "buenos días a todas y todos"; las homilías patríoticas de los arzobispos en el 12 de octubre, un asco; Dios es un coñazo; la nadalitis, la alonsitis, la seleccionitis con su deriva patriótica, un horror."

El artículo completo, en El que apaga la luz.

lunes, 13 de octubre de 2008

¿Depósitos garantizados?

Marc Vidal, metiendo miedo (negritas suyas):

"En resumen, que es casi mejor mantener los depósitos en las entidades de menor tamaño pues si quiebran, el Fondo de Garantía podrá cubrirla en su totalidad, pero si es una grande la cosa será imposible."
Vía Las Ideas.

La catástrofe

Hace ya varios años (cuatro, cinco o más) que muchos sabíamos que lo de la burbuja inmobiliaria no podía durar eternamente. Algunos amigos míos se empecinaban en cambiar de piso cada dos o tres años, comprando cada vez más caro e hipotecándose por más tiempo, al alegre grito de "los pisos nunca bajan". Según ellos, "en el peor de los casos, siempre tienes el piso y puedes venderlo".

Yo les decía (no me desmentirán) que "además de lo frustrante que resulta comprar algo a un precio que sabes que está artificialmente inflado, lo de pagar hoy treinta por un piso para venderlo el año que viene por cuarenta no puede ser ilimitado. Tiene que llegar un momento en que la subida de los precios alcance el techo de lo que los compradores son capaces de asumir. Entonces la construcción de nuevas casas se detendrá, y llegará el auténtico problema: los que construyen esas casas dejarán de comprar todo-terrenos, de salir de cañas y de renovar el vestuario; y la economía se hundirá ."

Félix Soria escribía esto a principios de 2007 (negritas suyas):

"Las previsiones de casi todos los analistas coinciden en que el precio de las viviendas está entre un 30% y un 100% por encima de su valor real, según superficie, ubicación y calidades. Cuando se desinfle la burbuja inmobiliaria (lo que ocurrirá a partir del otoño del 2007, según la mayoría de especialistas) dejarán de encarecerse e incluso se pueden abaratar entre un 15% y un 25%."

Y hoy:

"Si el precio medio de los pisos cayera de forma generalizada --aunque sólo fuera un 10%-- resultaría que el nuevo valor de cientos de miles de viviendas depreciadas exigiría más pronto que tarde el correspondiente asiento contable.
Más sencillo: La garantía hipotecaria (el valor del piso) sería menor que el reflejado en los libros contables. ¿Consecuencias? Primera, el banco se descapitalizaría y, segunda, el propietario del piso (el que paga la hipoteca) estaría abonando intereses por el capital con el que compró algo que vale menos de lo que recibió prestado.
Luego, ¿quién paga gran parte del desmadre habido y del que hay?: Los ciudadanos con pisos hipotecados."
El peor de los casos es bastante peor de lo que imaginaban.

sábado, 11 de octubre de 2008

Sin préstamos no hay paraíso

Otra explicación muy sencillita y clara de cómo los problemas de los bancos afectan a la economía real. Lo que llama mi atención, en esta ocasión, es la fecha en que fue escrito.

viernes, 10 de octubre de 2008

Mil cañas

A finales de 2001, poco antes del advenimiento del euro, todos andábamos atareados intentando traducir a la moneda única los precios que, hasta entonces, siempre habían estado en pesetas. Mientras el Gobierno nos advertía de que no nos dejásemos engañar por los perversos redondeos, íbamos preparándonos, eurocalculadora en ristre, para bregar con los céntimos como si en ello fuera a irnos la vida. Entonces, una cerveza costaba unas 170 pesetas; es decir, un euro con dos céntimos.

Por aquel entonces, mi sueldo andaba por las doscientas cincuenta mil pesetas. Y yo hacía con la dichosa conversión un chiste que solía gozar de la benevolente comprensión de mis amigos: "gano mil quinientos euros; o sea, mil quinientas cañas".

Hoy, casi siete años después, gracias a las sucesivas "revisiones salariales con arreglo al IPC", mi sueldo casi llega a los mil ochocientos euros. Es decir, al precio actual de la cerveza, unas mil cañas. Eso es inflación real y lo demás son cuentos, ¿no les parece?

He recordado todo esto al leer la boutade de la que Arsenio Escolar se hace eco en su blog, de 20 minutos, "Invierte en cerveza, no en acciones".

jueves, 9 de octubre de 2008

Era la SIM

Compré en mayo un nuevo teléfono móvil (me gusta más decir "portátil", pero no me entiende nadie...), un Sony Ericsson modelo W910i. Según análisis y comparativas que había leído, era un buen aparato que destacaba, entre otras cosas, por la duración de la batería. Mi decepción fue grande cuando constaté que ésta se limitaba a dos días escasos, usando muy poco el terminal.

En foros y en la página de Sony Ericsson me recomendaron desactivar el "3G" y el "Bluetooth", y disminuir al mínimo la luminosidad de la pantalla. Ni por ésas. Me comentaron entonces que el fallo debía estar en el propio aparato, porque a nadie le ocurría lo mismo.

Llegué a cambiar la batería por otra nueva, con idéntico resultado.

Así que me armé de valor y, el pasado jueves día 2, por la tarde, me acerqué a la tienda en donde lo había comprado, Telecor (El Corte Inglés) con la intención de devolverlo y cambiarlo por otro igual, convencido como estaba de que mi terminal "había salido malo".

Allí me dijeron que no podrían cambiarlo porque habían transcurrido más de quince días desde la compra. Me dieron el número del servicio técnico de Sony Ericsson y me ofrecieron otro terminal de sustitución para el caso de que tuviera que enviarlo para su reparación.

De repente, a la dependienta se le ocurrió preguntarme por la antigüedad de la SIM, la tarjetita que lleva el "chip". "Más de diez años", le dije. "Entonces es posible que sea de eso".

En diez minutos, que aproveché para copiar la agenda al teléfono, tenía un duplicado de la tarjeta. Sólo me costó 4.50 euros.

Por la mañana del viernes 3 puse el terminal a cargar. Y la carga de la batería ha durado hasta hace una hora: Prácticamente, seis días.

Era la SIM.

Como también hay que dejar constancia de las cosas positivas, cuento esto aquí por si a alguien le pasa algo similar.

sábado, 4 de octubre de 2008

Homer vota a Obama

Según el anónimo comentarista a este post que hoy publica Kriptópolis para, una vez más, alertar de los peligros del voto electrónico, este sketch protagonizado por Homer Simpson ha sido censurado por la Fox.



Actualización 8/10/2008: Youtube ha retirado el vídeo "por cuestiones de copyright".