jueves, 29 de abril de 2010

Un año, ya

Ayer se cumplió un año de la muerte de Javier Ortiz. Sigo echando de menos su visión alternativa de las cosas, aquella manera sutil y risueña de ponernos frente a lo que no se ve de lo que nos cuentan los medios de comunicación, (des)información y propaganda.

Su página sigue activa, mantenida por gente que sigue queriéndolo. Pero la de mi hijo Carlos se detuvo un post después de dejar su personal asunción de la futilidad de la vida, al rebufo del último párrafo del autoobituario de Javier: "y todo para acabar con algo tan vulgar como la muerte".

Ortiz no puede seguir contándome las cosas que pasan hoy. Carlos sí que puede. Venga, tío.

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