Siempre me gustó decorar mis cuadernos escolares (y mis folios universitarios...) Desgraciadamente, no conservo ninguno: nunca les di mayor importancia; probablemente, porque no la tenían.
Por eso enlazo a esta dirección, que he encontrado en el impagable Libro de Notas. Dibujos de toda clase, técnica y temática. Inquietantes, románticos, furiosos, humorísticos... todos realmente interesantes.
Por lo demás, siempre me he preguntado cuál será la causa de esa fascinación que los cuadernos Moleskine provocan en sus usuarios. La verdad es que nunca llegué a conocerlos: cuando yo estudiaba no se estilaban en mi entorno, o no eran accesibles. Seguramente, esa es la razón de que no llegara a enamorarme de ellos... Como sí lo hice de la magnífica grapadora que compré a los 18 años, recién llegado a Madrid, y que me duró hasta que, veinticinco años después, mi hija se la llevó al colegio (sin decírmelo, claro) y tardó solo un día en lograr que alguien se la sacara de la mochila.
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