Junto con mis hermanos, cuando éramos músicos y teníamos una banda, toqué en el Colegio Mayor San Juan Evangelista (El Johnny) hacia octubre de 1977, fascinado al pisar como artista el escenario sobre el que, fascinado como espectador, había visto tocar a tantas estrellas desde que llegara a Madrid, cinco años antes. Para mí, guitarrista de provincias con ínfulas, el Johnny era una de las catedrales (la otra era la sala Zeleste, de Barcelona; allí no llegué) de la música alternativa española, y tocar en su auditorio significaba poco menos que La Consagración. No, claro, no lo era, ni mucho menos; pero éramos tan jóvenes...
Vía A Sueldo De Moscú, acabo de enterarme de que Unicaja, propietaria del Colegio, quiere cerrarlo. Y hay ya una iniciativa en contra de esta decisión: en esta página pueden adherirse para manifestar su rechazo. ¡El Johnny no se cierra!
Vía A Sueldo De Moscú, acabo de enterarme de que Unicaja, propietaria del Colegio, quiere cerrarlo. Y hay ya una iniciativa en contra de esta decisión: en esta página pueden adherirse para manifestar su rechazo. ¡El Johnny no se cierra!
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