59 segundos, programa de debate (?) de TVE, puso anoche en antena un especial sobre el Espacio Europeo de Educación Superior, más conocido como Plan Bolonia.
Lamentable.
En el bando de los buenos, el Director General de Universidades, la Rectora de la Universidad Autónoma de Barcelona, el Rector de la Carlos III de Madrid, un estudiante y la directora-presentadora.
En el bando de los malos, un profesor de la Complutense y otro estudiante.
Los malos tuvieron exactamente la mitad de tiempo que los buenos para apuntar los problemas que Bolonia plantea: la entrada a saco de las empresas en la Universidad pública, las contrapartidas al mecenazgo, el precio de las nuevas titulaciones, las becas préstamo, la campaña de propaganda con la que el gobierno quiere hacer digerible la reforma, la desaparición del profesor funcionario; en definitiva, la rendición de la Universidad pública a los dictados neoliberales de la Organización Mundial del Comercio.
Por su parte, los buenos se pasaron el programa (el doble de tiempo que los malos, como queda dicho, además de la participación de la directora-presentadora abroncando al profesor disidente cuando éste intentó criticar el sesgo progubernamental en programas como Informe Semanal) haciendo juegos florales con lo guay que va a ser la Universidad pública a partir de la aplicación de la Directiva.
Curiosamente, abrió el turno de intervenciones el Director de Universidades. Curiosamente, también le tocó al representante del Gobierno cerrar el debate (?)
Todo muy imparcial.
Lamentable.
En el bando de los buenos, el Director General de Universidades, la Rectora de la Universidad Autónoma de Barcelona, el Rector de la Carlos III de Madrid, un estudiante y la directora-presentadora.
En el bando de los malos, un profesor de la Complutense y otro estudiante.
Los malos tuvieron exactamente la mitad de tiempo que los buenos para apuntar los problemas que Bolonia plantea: la entrada a saco de las empresas en la Universidad pública, las contrapartidas al mecenazgo, el precio de las nuevas titulaciones, las becas préstamo, la campaña de propaganda con la que el gobierno quiere hacer digerible la reforma, la desaparición del profesor funcionario; en definitiva, la rendición de la Universidad pública a los dictados neoliberales de la Organización Mundial del Comercio.
Por su parte, los buenos se pasaron el programa (el doble de tiempo que los malos, como queda dicho, además de la participación de la directora-presentadora abroncando al profesor disidente cuando éste intentó criticar el sesgo progubernamental en programas como Informe Semanal) haciendo juegos florales con lo guay que va a ser la Universidad pública a partir de la aplicación de la Directiva.
Curiosamente, abrió el turno de intervenciones el Director de Universidades. Curiosamente, también le tocó al representante del Gobierno cerrar el debate (?)
Todo muy imparcial.
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