Francisco Camps subió sus dos "escalonets"... y se encontró con su amigo el juez. Hala, limpio de polvo y paja merced al dictamen de un tribunal que nadie ha recusado.
Así que, sin miedo, practiquen la elegancia social del regalo, que no pasa nada... siempre que tengan un amigo juez y, oh suerte, sea él quien les juzgue.
Ya saben, ante la Justicia todos somos iguales, pero unos son más iguales que otros.
Así que, sin miedo, practiquen la elegancia social del regalo, que no pasa nada... siempre que tengan un amigo juez y, oh suerte, sea él quien les juzgue.
Ya saben, ante la Justicia todos somos iguales, pero unos son más iguales que otros.
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